“De las Cíes trae el viajero el recuerdo de una concha rara, recogida en la arena, y el recuerdo imborrable de un día en unas islas a la vez tan próximas y tan lejanas. Otero Pedrayo ha dicho que «brillantes y pulidas al sol, la niebla y la lluvia les prestan una nórdica y vaporosa belleza de balada». Son como un Finisterre, un cabo del mundo. Fuera queda el Océano inmenso, y hacia adentro la ría, sometida a la medida del ojo y del alma humana. En la estela del vapor brinca el delfín amigo y sobre el humo de la chimenea pasa el ala perfecta de la gaviota.”
ÁLVARO CUNQUEIRO: Vigo y su ría.
3 comentarios:
He dejado un comentario en mi blog sobre el tuyo. Saludos.
Un lugar increíble, desde luego. En mi vida he vuelto a pisar una arena blanca y profunda como aquella. Y un viento. Y una extrañeza.
Gracias otra vez, Ángel.
Me das envidia Amparo, yo me tuve que conformar con verlas de lejos.
Publicar un comentario