PRAGA IV

 

"La casa de Fausto es un palacio grande, solemne, neutro. Ni siquiera la luz enceguedoradel sol veraniego mitiga su aspecto funeral. La casa se encuentra frente a una plaza con altos y frondosos castaños, que, a saber porqué, no contribuyen a embellecer el lugar. Una plaza bien arbolada, con prados amplios y variados macizos de flores, sin gracia. Supe luego que en tiempos pasados se le conocía como la plaza de las brujas."

SERGIO PITOL: El viaje

PRAGA III

 

"Tengo sed, pero se me cae el vaso de la mano, la mano lo lanza con un movimiento convulso, se rompe solo. Gabcik, Kubis y los otros partisanos fueron vencidos después de que ochocientos SS hubieran inundado la cripta de los santos Cirilo y Metodio; estaban a punto de ahogarse cuando se dispararon en la boca para que no los capturasen con vida, yo no lo necesito, no lo necesitaría ni aunque fuera un guerrero como ellos (...)"

CLAUDIO MAGRIS: No ha lugar a proceder

PRAGA II

 

"La ventana del estudio daba a un diminuto huerto. Cuando decimos "huerto", ante nuestros ojos aparece un pequeño trozo de tierra lleno de colores, olores, cariño y sonrisas. Pero el huerto de Sudek era, tal vez, el más triste de todos los huertos de Praga. Allí no había nada. Un par de arbustos, un árbol retorcido y una acumulación de hollines de Malá Strana. Pero en la ventana que daba a aquel lastimero trozo de naturaleza surgieron algunas de las más hermosas fotografías de Sudek. Imágenes de una luminosidad excepcional, llenas de un embrujo poético y de una belleza cautivadora."

JAROSLAV SEIFERT: Toda la belleza del mundo

PRAGA I

 

"¿Y ahora? Ahora viene lo más estúpido de todo. Me voy al Café Arco, donde hace años que no pongo los pies, para ver si encuentro a alguien que te conozca. Por suerte no había nadie, y pude irme inmediatamente. ¡Nunca más un domingo semejante, Milena!"

FRANZ KAFKA: Cartas a Milena

POITIERS

"Ninguna ciudad de Francia es más triste y silenciosa. Aparte de algunas calles en que se ven las tiendas de comercio, aparte de una plaza donde se pasean algunos estudiantes y los miltares de la guarnición, lo demás denota una ciudad cuyos vecinos se han emparedado por temor a la invasión de una epidemia." 

EL ABATE ***: El Fraile

"Allí no es ya, como en Nuestra Señora la Grande, de Poitiers, la fachada románica, minúscula y festoneada, flanqueada en cada ala de una corta torre, tallada en facetas como un plátano. En Paray, la pueril decoración y la pesada riqueza de Poitiers ya no existen. El traje bárbaro de ese juguetillo de iglesia que es Nuestra Señora la Grande, está reemplazado por el sudario de un muro plano; pero el exterior no se atestigua menos singularmente imponente, con la sencillez solemne de sus formas."

JORIS-KARL HUYSMANS: Allá lejos 

"El sacristán de la catedral me mostró algo mucho mejor que toda esa brillante desnudez; me condujo a poca distancia hasta el pequeño templo de San Juan, que es lo más curioso de Poitiers. Se trata de una capilla paleocristiana, una de las más antiguas de Francia. En un principio parece que fue -es decir, en el siglo VI o VII- un baptisterio, pero se convirtió en iglesia cuando la era cristiana aún era relativamente joven."

HENRY JAMES: A little tour in France

AUBETERRE SUR DRONNE

VENECIA XXI

"Las góndolas de los hoteles con sus porteros de sombreros engalanados, las góndolas de alquiler y las góndolas privadas reconocibles por sus cobres brillantes. Y, en los reflejos y cabrilleos del agua, el choque y el movimiento de esos largos féretros de madera negra que son los coches de punto de Venecia y van a llevar a través de los canales y rii a toda esa multitud derramada por el tren." 

JEAN LORRAIN: Salvad Venecia

VENECIA XX

"Sin embargo, describir el color de Venecia es tarea vana. El ávido espectador lo observa continuamente desde su ventana cuando no flota en la góndola con la deliciosa sensación de ser parte de él. Las ventanas y balcones venecianos son un señuelo fatal y cuando se apoyan los codos en los acolchados antepechos, las preciosas horas vuelan." 

 HENRY JAMES: Horas venecianas.

VENECIA XIX

"Quisiera trazar su imagen antes de que se pierda para siempre y recordar, en cuanto me sea dado, la enseñanza que parecen murmurar cada una de las olas invasoras que vienen a batir como las campanas errantes las piedras de Venecia." 

 JOHN RUSKIN: Las piedras de Venecia

VENECIA XVIII

“La simple idea le incitaba a la actividad frenética por la noche, cuando Venecia dormía; y el temblor habitual del fango sobre el que se asienta la milagrosa ciudad —no un auténtico terremoto, sino una tenue ondulación como de gelatina o (en un símil más literario) el leve suspiro de un pecho virginal— le proporcionaba la más nítida comprensión de la incesante inestabilidad de los seres humanos (…)”

BARÓN CORVO: El deseo y la búsqueda del todo.

MAFRA

“Nos cansamos de andar por el interior del edificio: corredores y más corredores, galerías y más galerías, cuartos y más cuartos, salones inmensos y más salones inmensos; todo frío, feo, hoy sin muebles e interminable. Lo único que me parece interesante es la biblioteca conventual, también grandiosa, con librerías del siglo XVIII, repletas de volúmenes en pergamino y ricas encuadernaciones. Pero como no las dejan tocar ni manejar decidimos abandonar el resto y salir al campo.”

GAZIEL: Portugal lejano

“Y aquí está la biblioteca: ochenta y tres metros de largo, libros que desde esta entrada apenas pueden distinguirse, y mucho menos tocarlos, saber qué historias cuentan; el guía no espera y suena inmediatamente el toque de retirada. Vuelve a mostrar la iglesia, ahora desde una ventana alta, y si el viajero no retrocede, es para no darle un disgusto. El guía está pálido, el viajero comprende que este hombre está hecho de la misma arcilla que los otros mortales, sufre vértigos, padece insomnios y tiene digestiones pesadas. No se es impunemente guía del convento de Mafra.”

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal

"Pero Mafra le detiene un instante. Este asilo de la desgraciada reina de los lusitanos reunía la iglesia y la corte, los monjes y los cortesanos; los banquetes sucedían a las misas, mescolanza singular, sin duda alguna; pero aquí la prostituta de Babilonia elevó un palacio tan suntuoso que los hombres olvidaban la sangre que ella ha derramado, doblando la rodilla ante la pompa que gusta de prestar al crimen un barniz engañador."

LORD BYRON: Las peregrinaciones de Childe Harold.

PENICHE

“Vai fazer agora seis anos que eu tive satisfação de tomar devidamente nota desta minha catoniana antipatia pelas aventuras marítimas. Coube-me fazer êste descobrimento ao saltar em Peniche, onde arribou no dia quatro de Setembro o vapor Duque do Porto, procedente de Lisboa, com treze horas de viagem.”

RAMALHO ORTIGAO: Os meus amigos de Peniche.

ISLAS BERLENGAS

"Aureoladas de color, de iridiscencias desordenadas, fosforescentes, hay quien olvida en ellas el pasado, el presente y el futuro. Yo las visito siempre con un sonambulismo místico, no sé si vencido por esa significación alegórica que veo en ellas o hechizado por la realidad."

MIGUEL TORGA: Portugal