"¿Por qué alguna vez asociamos en el recuerdo un perfume, una piedra preciosa o un verso, a una cosa que nada tiene que ver con todo esto? No sé, pero es el caso que tal vez porque a la luz del satélite la vi por primera vez, la Catedral palentina me pareció un enorme ópalo. Como la piedra fatal, es fría, hermética; no es pobre, pero por fuera da una sensación de hosca glaciedad. Apenas tiene adornos, y en la torre tronchada, el pequeño campanario aumenta la opresora impresión de abandono. Alienta realmente como algo de otros tiempos que ha quedado petrificado allí.
En torno a la iglesia, las calles están desiertas y silenciosas, y una plazoleta se abre, abandonada ante el muro liso y hostil, en que se abren dos puertas: una magnífica y otra inacabada."
ANTONIO DE HOYOS Y VINENT: "Las hogueras de Castilla"
En torno a la iglesia, las calles están desiertas y silenciosas, y una plazoleta se abre, abandonada ante el muro liso y hostil, en que se abren dos puertas: una magnífica y otra inacabada."
ANTONIO DE HOYOS Y VINENT: "Las hogueras de Castilla"
ISIDRO LÓPEZ MURIAS: Catedral de Palencia.
Anna Pietrzak: La Catedral (Agustín Barrios Mangoré)