viernes, 6 de abril de 2012

COIRO


“A raíz de estos desventurados sucesos se perturbaron numerosas mujeres que fueron calificadas como brujas, granjeando a la villa una extraña fama y motivando el famoso proceso de las brujas de Cangas, por el que fueron ajusticiadas varias meigas, existiendo partida de defunción de las mismas en el archivo parroquial de San Salvador de Coiro. La campana de esta iglesia, a la que hicimos referencia anteriormente, llamando a junta de meigas se hizo célebre. Se decía que tocaba sola, para convocarlas todos los sábados en juntanza de aquelarre en la playa canguesa d’as areas gordas, donde las visitaba el maligno, poseyéndolas bajo la forma, reglamentaria para estos casos, de macho cabrío. El padre Sarmiento visitó esta campana en 1745 subiendo a la torre de Coiro, de bello estilo colonial, desde la que se contempla la estupenda vista del valle y al fondo la playa de las tenidas brujeriles. Por cierto que desde la corte, reinando el católico Felipe III, llegó una comisión de doctores, técnicos en maleficios, ensalmos y brujerías, para informar sobre el escándalo de las meigas canguesas, quienes afirmaron haberlas visto volar, montadas en escobas, como pajarracos negros, hacia los arenales. Dicen que se untaban previamente con un ungüento mágico los dedos de los pies y de las manos, y que recitaban un raro padrenuestro antes de ponerse en juntanza con el cabrón Satanás.”

JOSÉ MARÍA CASTROVIEJO: Galicia. Guía espiritual de una tierra.

1 comentario:

Amparo dijo...

Qué ventana tan profunda.