martes, 3 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA I


“Para empezar está el espectáculo sorprendente de su aparición en un foso del páramo y a caballo sobre el serrijón intermedio que erosionan y alegran con verdores insólitos el Duratón y el Caslilla. Las hoces de esos ríos riegan, en efecto, unos huertecillos entre paredes altas, rugosas, perforadas, a los lados de Sepúlveda. No faltan fantasías. Donde el serrijón acaba y los ríos se juntan, un altozano imita la forma de una silla de montar. El caserío cubre y oculta su jumento calcáreo y desde lo alto del páramo se le ve de una vez, reunido en el espacio que aún limitan en parte sus viejas murallas, hermoso en su vetustez abigarrada, todo en un mismo color de ocre rosa empolvado.”

DIONISIO RIDRUEJO: Castilla la Vieja.

2 comentarios:

Amparo dijo...

Me gusta ese "apiñamiento", casas hijas y madres; además, muy buen contraste.
Pueblos subidos a las montañas.
Saludos

Amparo dijo...

Serrijón: qué palabra tan bonita.