"Esta Kasbah se levanta a un lado de los caminos. Si la ruta ha sido borrada por la lluvia, lo que no es raro, habremos de ir a pie. Las patas de los camellos, que dejan huellas redondas, grandes como un plato, han apisonado la tierra. A la vuelta de un recodo, surgen ante nosotros las torres de Nínive. Nos parece descubrir una fortaleza asiria o una colonia babilónica que vencieran sus milenios. Adosadas a la colina, las torres cuadradas, rojizas, son algo piramidales. Su conjunto desordenado forma una gran mole fortificada, recortada por líneas sombrías, por la bárbara geometría que las decora.
Por el fondo del valle corre el ued, sobre una tierra fértil. Los corderos ramonean en el prado. Las mujeres lavan su ropa.
Aquí hay que venir para hallar el mundo desconocido, al que la civilización mediterránea no ha admitido y que continúa viviendo en estos desiertos. He aquí que surge ante nosotros, como en el tiempo de Abraham, el viejo mundo bíblico, sumido en sus lamentaciones, al que habían creído destruir Atenas, Roma, Europa. No hay libertad posible. Todo pasa en él según un determinismo absoluto. No hay vida aparente. Por encima de los muros y de las torres almenadas, corren lentamente blancas nubecillas por un cielo claro. El ued se desliza entre bancos de arena. Luego aparecen algunos hombres con djellabah azul oscuro. Llevan un turbante de lana negra. Van prevenidos con un puñal. Unas mujeres traen el agua con cántaros, ya que la del ued no es potable. Los jardines están primorosamente cuidados.
De cerca, esta fortaleza, que vista desde la colina de enfrente parecía invulnerable, resulta más sórdida. Las soberbias torres están vencidas por la lluvia, reparadas con arcilla. El ganado corre por las callejuelas. Pasa una negra, descendiente de esclavos. Se vive según el curso de las estrellas y nada importa de cuanto ocurra en el resto del mundo. La lluvia y el sol son los únicos tejedores de su destino."
MICHEL BATAILLE: África del Norte (Colección El mundo en color)
OSTERN: Rosa de los vientos
1 comentario:
Parecen castillos de arena...
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