“Sin embargo, es a un lugar de grises declives y desolación desértica, en los montes de Lara, a un pequeño monasteriolo no mayor que San Baudelio de Berlanga a donde debemos peregrinar, en fin, para resumir este periplo castellano: a Quintanilla de las Viñas. Se trata de una construcción híbrida entre la cruz griega y la planta basilical, pero miremos más bien de cerca las inquietantes, interrogadoras incisiones hechas en esta piedra oxidada y pálida, llena de melancolía ella misma: son pavos reales, hojas de vid, racimos, palmeras en la decoración exterior, y el sol y la luna en su interior. ¿Y qué hacen aquí estas figuras astrales, sostenidas por ángeles? ¿Qué significan esas otras dos figuras con libros, que se ha creído que son evangelistas, o esos otros ángeles en vuelo con la cruz en sus manos? Su simbolismo se ha buscado, con razón, en la Patrística, y según ésta, el sol representaría a Cristo y la luna a la iglesia, tal y como Isidoro de Sevilla los figura en su «Tratado de la naturaleza». Porque volvemos al principio: a unos hombres que se apartan del tráfago mundano en una ermitilla y tienen exclusivamente ante sí el libro de la naturaleza y su alma en su almario, pero en ese almario, la vieja enseñanza de los padres todavía muy viva en ese tiempo visigótico, que ha leído la naturaleza como ofreciendo una simbólica de la creencia.”
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO: Guía espiritual de Castilla.
15 comentarios:
Observo con amistosa envidia que lograste entrar. Lo he intentando en tres ocasiones, en distintos años, y en distintos días de la semana. Del top ten prerrománico es la única que me queda, por dentro, claro.
No la conocía. Tomo nota.
Bueno, insisto en mi anterior comentario sobre tu labor fotograficogeométrica: son perfectas. Y la nitidez del color, de impacto.
El texto es una delicia. Meláncolía de las piedras.
Enhorabuena.
Magdalena, no me resisto a preguntar cuáles forman tu top ten. Yo no he tenido problemas para entrar, las dos veces que he estado respetaron el horario.
Leo: merece la pena. Para mucha gente es el monumento más interesante de toda la península.
Amparo: otra vez gracias.
ubén, lo de top y ten es una forma de hablar: son más de diez, y son las que son, las de los manuales. Pero te las digo. Dejo a un lado el asturiano (Lena, Lillo y el Conventín)y las de Terrasa, que este verano no vi por pereza (me sentí incapaz de moverme de BCN).
Casi las tres primeras son Melque, San Miguel de Celanova y Escalada. Luego Peñalba, San Baudelio, San Pedro de la Nave. Y Montelios, Quintanilla, Santa Comba de Bande, San Millán Suso y Lebeña. De algunas no tengo ni siquiera fotos.
Petrificada me quedo al comtemplar el sueño de "esta piedra oxidada y pálida, llena de melancolía"
Gracias, Rubén. Cuánto sosiego, cuánta belleza.
Abrazos y caramelos surtidos.
Me encata esta serie prerrománica y me encanta vuestro "TEN" que siempre hay que visitar y amar. ¿Cuándo quedamos para recorrerlo y fotografiarlo?
Yo me quedo con Melque y, como indica el amigo rubén, con ésta. Mención aparte San Baudelio, que consigue siempre volverme loco, con ese bendito elefante.
Yo no cejé hasta que vi Quintanilla abierta y es absolutamente emocionante. Tiene horario, efectivamente y, la última vez, el guarda, con patillas, tocaba un rock con la guitarra apoyado en una destartalada silla. Ver para creer.
Por cierto, verla con el paisaje nevado es una experiencia. A ver si cuelgo las fotos.
Saludos visigóticos.
PD...ESO!! Qué nitidez...!
¡Melque! Tengo que volver, las fotos que tengo no están a la altura. De las demás, estoy dudando entre escanear diapositivas o esperar también a repetirlas. Menos el prerrománico catalán, del que aún no conozco nada.
También tienen encanto las pequeñas desconocidas, como la capilla del ciprés, de Samos, o Santa Centola y Elena, de Siero. Y una de las más enigmáticas: Santa Eulalia de Bóveda.
http://santaeulaliaboveda.blogspot.com/
bellísimo este blog.
saludos
Rubén, no sé que me pasó, que salté mi nombre y puse el vínculo y a tí te deje en ubén. Sorry.
De Bóveda prefiero no hablar. Está pendiente, no por no haberlo intentado, sino que me perdí, la tenía localizada en otro lado, más a pie de la carretera de Lugo a La Coruña, y la dejé por imposible. Este año sí que he dado con ella (en el mapa, se entiende) y como voy a ir por aquella zona en verano estoy convencida de que esta vez no se escapa. Desde luego para mí, con esta aventurilla, me resulta aún más misteriosa.
Yo llegué andando, desviándome del camino de Santiago. No te la pierdas. Como sabrás, no es propiamente prerrománico. Es tardorromana, pero modificada en época sueva.
Un abrazo. Tu mercado del Val me ha traído muchos recuerdos.
Saludos, Mara. Gracias por la visita. Me gustaron mucho los tuyos.
Lo mismo que dije para tu entrada sobre San Juan de Baños: perfección de la luz.
Gracias por tu blog.
Un abrazo.
Estimado Rubén:
No se puede imaginar lo gratificante que es para mí dejar vagar la vista por este espejo que huye...
Verdaderamente es nutritivo para el espíritu.
Muchas gracias y un abrazo!!
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