viernes, 29 de febrero de 2008

TIERRA DE CAMPOS


"Iglesias como catedrales, castillos como iglesias, palomares célticos, bodegas trogloditas, estrechas calles polvorientas, danzando siempre en torno a la vieja iglesia, nunca en torno a la moderna carretera. Los pueblos parecen alejarse de los caminos. Las plazas están dentro, como la vida. El camino es cosa transitoria y viajera. La iglesia de piedra dura más que las propias viviendas. Los pueblos son demasiado antiguos para asomar sus ventanucos estrechos a la carretera que conduce a Dios sabe que tierras. Los pueblos parecen recordar viejas glorias, pero no recuerdan nada. Están plantados en medio del campo y en ellos, es verdad, vive gente."

JESÚS TORBADO: "Tierra mal bautizada"

JUAN MANUEL DÍAZ CANEJA: "Nube blanca"

15 comentarios:

leo dijo...

Adoro a Garbarek.
Y el paisaje de tierra de campos me resulta muy relajante.
Preciosa la foto del palomar.
Un abrazo, Rubén.

Cristian M. Piazza dijo...

Rubén:

¿Cómo estás?

Veo tus fotos y me cercioro que necesito tomarme unos días.

Gracias
Abrazo

OLISSIPO dijo...

Qué magnífico y qué cierto el texto de Jesús Torbado.
Coincido con Leo; la foto del palomar es estupenda.
Un abrazo,
Javi

paisajescritos dijo...

Imagino la casa de la entrada anterior no muy lejana a estos palomares. Tierra de Campos, como "mucha Castilla", se ha convertido en un lugar en el que no paramos, siempre de paso a supuestos destinos más atractivos. Con la que está cayendo a día de hoy, resulta incluso sano detenernos en estos lugares. Mi parada allí fue en noviembre, la tuya parece casi previa a la siega.

Anónimo dijo...

Qué placer encontrarme por mi tierra por aquí, a través de tus ojos...
Un beso nostálgico.

Anónimo dijo...

Otra vez fotos con esas sombras frías, aún a pleno sol, frías.
Muy buenas.
Tierra de campos es una línea infinita.

rubén dijo...

Leo: Las fotos me pidieron Garbarek, no sé por qué.

Cristian: Como tú, necesitando tomarme unos días. Creo que voy a tomármelos ya.

Javi: Sí, los pueblos que dan la espalda a los caminos, o los caminos que evitan los pueblos.

Magdalena: Se puede decir que mi parada es previa y posterior a todas las siegas. La casa de la entrada anterior, como dices, está a pocos quilómetros de estos palomares.

Ana: Eres una caja de sorpresas.

Amparo: Va a ser cosa del fotógrafo...

Anónimo dijo...

Se me coló el acento en la u. Sí, va a ser; eso es lo que se llama estilo.

ana dijo...

Al ver la foto del palomar, ha sido increible, como un fogonazo, he escuchado el aleteo de las palomas huyendo de un extraño que se había colado en su casa. Han escapado por el agujero del tejado derruído. Todo ha quedado en silencio despues.
Qué pena no poder escuchar la música, estan los reproductores fuera de servicio.
Un abrazo,
ana

conde-duque dijo...

La segunda foto es maravillosa...

rubén dijo...

Ana: Creo recordar que fue más o menos así. Goear nos da estos disgustos de vez en cuando.

Conde-duque: Justo estaba ahora visitando tu blog. ¿La segunda foto dices? Así me gusta, que haya gustos variados. A mí la que me gusta más es la primera.

Anónimo dijo...

"Ni un alma en Pozuelo, a excepción de un perro que merodea alrededor de los contenedores. Me despido de Constancio y recorro las cuatro calles sumiéndome en el silencio que las abriga. Hay ruinas de adobe y palomares. Me pregunto por qué el adobe es tan armonioso incluso en ruinas mientras las ruinas del cristal y del acero producen esa sensación de desasosiego. Cuento unas veintidós casas con aspecto de estar habitadas. No hay muchas más. Salgo al campo para ver de cerca los palomares. El silencio suena. A lo lejos, un edificio que identifico como la ermita de la que habla Isla en su Fray Gerundio. En aquellos tiempos pertenecía a una cofradía de pastores. Se está muy bien al sol, sentada en la cuneta y comiendo una manzana. Pero sobre todo, es el silencio: los palomares y el silencio, el adobe construyendo ruinas silenciosas. Tal vez sea eso lo que compensa a los que no huyen de aquí, o lo que los atrapa para siempre: el silencio que sucede a las promesas estentóreas, el desdén de lo eterno frente a la raza de hombres de puntillas en púlpitos y podios. Tal vez si sigo aquí sentada al sol acabaré pensando que no hacen falta médicos ni autobuses ni escuelas, que no hace falta nadie, que no hago falta yo. Si me quedara, la belleza del adobe en ruinas me enseñaría que siempre es más honorable lo que regresa a la tierra cumplida su misión que lo que la sobrevive convertido en inútil basura. No es la primera vez que escucho la canción que antes o después cantan al peregrino todos los desiertos. Si Isla estuvo aquí, seguro que también la escuchó. Muy pocos están a la altura de esa letra, de esa música. La mayoría nos sacudimos la lucidez y la llamamos ensoñación o espejismo. Pero algo queda, por debajo de los afanes superpuestos. Aunque sólo sea ese desapasionamiento por lo instituido que suele definirse como humor." (Territorio Fray Gerundio)

rubén dijo...

Comparto tu fascinación por el adobe. Buscaré Territorio Fray Gerundio, gracias por la visita.

antonhurtado dijo...

Hola Rubén:
Aquí ando, buscando imágenes de Díaz Caneja en internet y la mejor procede de tu blog.
Son preciosas tus fotos y merecen los comentarios. Como no.
Díaz caneja es, para mí, un gran artista, desigual, pero en muchos casos a la altura de los mejores artisras españoles con renombre internacional. Me encantan sus paisajes abstractos de su Tierra de Campos.
La última vez que pasé caminando hacia Santiago por esas tierras comprobé con satisfacción la restauración de palomares y casas con procedimientos con los que se construyeron y disfruté con los morteros y los rebocados de las paredes con barro y paja dejando de lado el cemento y la arena.
Rubén, disfruto con la música que acompañas tus post.
Un saludo muy cordial, AH

rubén dijo...

Tengo un libro con reproducciones bastante buenas. A ver si saco tiempo para escanear y te las envio. Gracias.