"Así que desde allí fuimos arrastrados por fuertes vientos durante nueve días sobre el ponto abundante en peces, y al décimo arribamos a la tierra de los lotófagos, los que comen flores de alimento. Descendimos a tierra, hicimos provisión de agua y al punto mis compañeros tomaron su comida junto a las veloces naves. Cuando nos habíamos hartado de comida y bebida, yo envié delante a algunos compañeros para que fueran a indagar qué clase de hombres, de los que se alimentan de trigo, había en esa región; escogí a dos, y como tercer hombre les envié a un heraldo. Y marcharon enseguida y se encontraron con los lotófagos. Éstos no decidieron matar a nuestros compañeros, sino que les dieron a comer loto, y el que de ellos comía el dulce fruto del loto ya no quería volver a informarnos ni regresar, sino que preferían quedarse allí con los lotófagos, arrancando loto, y olvidándose del regreso. Pero yo los conduje a la fuerza, aunque lloraban, y en las cóncavas naves los arrastré y até bajo los bancos. Después ordené a mis demás leales compañeros que se apresuraran a embarcar en las rápidas naves, no fuera que alguno comiera del loto y se olvidara del regreso. Y rápidamente embarcaron y se sentaron sobre los bancos, y, sentados en fila, batían el canoso mar con los remos."
Uno de los más bellos y sugerentes pasajes de Homero. De mis preferidos, sin duda.
Hermosa fotografía, Rubén. Creo recordar que en cierta ocasión me dijiste que las fotos en el desierto te salieron mal... Bueno, esta no es exactamente desértica, porque tiene puntos de referencia, caminos y sombras... Pero dista mucho, mucho, de estar mal. Cuenta una historia, o al menos, su inicio. Es un pórtico maravilloso a la imaginación. Felicidades.
Impresionante, Rubén. Qué ganas de descubrir lo que se esconde en las ánforas, recorrer el camino y llegar por fin a las edificaciones que se intuyen entre las palmeras. Es una fotografía magnífica. Enhorabuena. Javi
Fran, como dices Djerba no es desierto. Me refería al desierto de arena, el erg, pero tampoco quedé muy conforme con las que hice en la tierra de los comedores de loto.
Javi, me gustó tu entrada de la "fonte mourisca". Cualquier día aparecerá por aquí Sintra.
La foto tiene un puntillo de esas maravillosas fotografías pictorialistas de principio de siglo, sepias, desvaídas, remotas. Del pasaje homérico, pues que eriza los pelillos del cogote.
Dan ganas de ponerse a mover el vientre... creo que de 10, si, tiene de todo, la fotografía maravillosa, evocadora, siento el calor de la arena en mis pies (cuidado con los escorpiones). El texto de Homero y los lotófagos, esos que no quieren regresar, te extraña? yo me quedo con ellos a comer loto.
Frances Spronson, me alucina (o será el loto que comí?), no, seguro que es ella, sus mandalas su cuadro del karma karma + loto + mandalas = delirio Precioso Rubén, un viaje como siempre. un beso, ana.
Menudo cambio. Menuda luz. Las palmeras, desde mi pantalla, parecen pequeñas arañitas sacrificadas. Hechizantes la música y el texto (aunque tengo mis reparos con las flores en la cocina)
Un gran contraste entre las frágiles y nuevas vasijas junto a los recios muros derruidos, un lugar donde puede que no viva nadie o podamos ver aparecer en cualquier momento un grupo de personas. Muy sugerente; lo que se espera de quien quiere contat algo. El texto magníficamente escogido. Salud Ruben.
Wow, que gran fotografia a mi lo que me ha dejado pasmado es la sensación de antiguedad que produce la imagen , parece que un paisaje asi no se viera en mil años, digo podrian ser ruinas, pero para mi hay algo en la foto que me hace pensar que hay gente alli
"Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, con frecuencia al viajar por países lejanos pero también deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en un sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación: matar al que eres es, entonces, una forma posible de inmortalidad, la única resurrección que está al alcance de nuestra mano."
12 comentarios:
Uno de los más bellos y sugerentes pasajes de Homero. De mis preferidos, sin duda.
Hermosa fotografía, Rubén. Creo recordar que en cierta ocasión me dijiste que las fotos en el desierto te salieron mal... Bueno, esta no es exactamente desértica, porque tiene puntos de referencia, caminos y sombras... Pero dista mucho, mucho, de estar mal. Cuenta una historia, o al menos, su inicio. Es un pórtico maravilloso a la imaginación. Felicidades.
Un abrazo.
Fran
Impresionante, Rubén.
Qué ganas de descubrir lo que se esconde en las ánforas, recorrer el camino y llegar por fin a las edificaciones que se intuyen entre las palmeras.
Es una fotografía magnífica. Enhorabuena.
Javi
Fran, como dices Djerba no es desierto. Me refería al desierto de arena, el erg, pero tampoco quedé muy conforme con las que hice en la tierra de los comedores de loto.
Javi, me gustó tu entrada de la "fonte mourisca". Cualquier día aparecerá por aquí Sintra.
Gracias a los dos por la visita.
La foto tiene un puntillo de esas maravillosas fotografías pictorialistas de principio de siglo, sepias, desvaídas, remotas. Del pasaje homérico, pues que eriza los pelillos del cogote.
Dan ganas de ponerse a mover el vientre...
creo que de 10, si,
tiene de todo,
la fotografía maravillosa, evocadora, siento el calor de la arena en mis pies (cuidado con los escorpiones).
El texto de Homero y los lotófagos, esos que no quieren regresar, te extraña?
yo me quedo con ellos a comer loto.
Frances Spronson, me alucina (o será el loto que comí?), no, seguro que es ella,
sus mandalas su cuadro del karma
karma + loto + mandalas = delirio
Precioso Rubén, un viaje como siempre.
un beso,
ana.
Menudo cambio. Menuda luz.
Las palmeras, desde mi pantalla, parecen pequeñas arañitas sacrificadas. Hechizantes la música y el texto (aunque tengo mis reparos con las flores en la cocina)
Un gran contraste entre las frágiles y nuevas vasijas junto a los recios muros derruidos, un lugar donde puede que no viva nadie o podamos ver aparecer en cualquier momento un grupo de personas. Muy sugerente; lo que se espera de quien quiere contat algo.
El texto magníficamente escogido.
Salud Ruben.
Preciosa foto. E inquietante, ¿dónde está la gente?
Un abrazo.
Como si la materia de la que están hechas las cosas fuera exactamente la misma. Gran foto, Rubén.
Hola Rubén,
Acabo de llegar desde el viajero meláncolico y me encanta tu sitio, los textos, la música, las fotografías.
Espero que te guste Hacia Rutas Salvajes.
(Me pasaré por aquí de vez en cuando).
Claude: Esa era la intención. Tiene un ligero retoque para conseguir ese efecto.
Ana: También me gustaron mucho sus mandalas. Gracias por el aviso ;-)
Amparo: No te reprimas con las flores de la cocina, tal vez tengan los mismos efectos secundarios.
Herri: Gracias por las sugerencias musicales de tu blog. Me gustó Iron and Wine.
Leo: Lamentablemente, la gente está en los chalets que se están construyendo cerca, mientras los menzel se desmoronan.
Ema: Yo creo que es exactamente la misma, ¿no?
Malati: Yo también me pasaré por el tuyo. Veo que empiezas ahora. Promete.
Wow, que gran fotografia a mi lo que me ha dejado pasmado es la sensación de antiguedad que produce la imagen , parece que un paisaje asi no se viera en mil años, digo podrian ser ruinas, pero para mi hay algo en la foto que me hace pensar que hay gente alli
Publicar un comentario