"Pasaban los días orando y meditando. De aquellas grutas surgían columnas de plegarias, que contenían con su esfuerzo la vacilante bóveda de los cielos próxima a desplomarse sobre los pecados del mundo. El sacrificio de aquellos desterrados, que ofrecían diariamente la maceración de sus carnes y la pena de sus ayunos a la justa ira de Dios, para aplacarla, evitó muchas pestes, guerras y terremotos. Esto no lo saben los impíos que ríen con ligereza de las penitencias de los cenobitas. Y sin embargo, los sacrificios y oraciones de los justos son las claves del techo del universo."
LEOPOLDO LUGONES: La estatua de sal
LUIS ALBERTO MONREAL JIMENO: Eremitorios rupestres altomedievales (El alto valle del Ebro)
1 comentario:
Qué espectáculo de agujeros y tumbas. Ni idea de este sitio, me parece increíble.
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