“Esta villa se halla colocada en sitio pendiente que mira a mediodía a la falda de un empinado monte, que le limita por la parte septentrional y confina con el valle de Orba. No tiene río, pero sí dos torrentes a los lados de oriente y poniente, que van a parar al Cidacos. Tiene una sola iglesia parroquial, cuyos patronos son San Martín y Santa Ana, y una basílica de remota fecha donde se venera a Nuestra Señora del Pópulo. Abundan los casares desamparados y en ruinas que te manifiestan cuán a menos ha venido este pueblo desde su antiguo ser.”
PEDRO DE MADRAZO: Navarra y Logroño.
3 comentarios:
El suelo, me gusta. Y, claro, ese hundimiento.
Saludos.
Falló la programación de entradas. Las iré poniendo ahora, ya de vuelta.
Gracias, Amparo.
Una gozada visitarte.
(te lo he dicho, pero sigo)
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