“Confiesa el viajero que el santuario de Nossa Senhora do Cabo dice mucho a su corazón. Los dos largos cuerpos de las hospederías, las arcadas simples, toda esa simplicidad rústica, rural, lo conmueven más profundamente que las grandes máquinas de peregrinación que en el país existen. Hoy viene poca gente aquí. O la Señora del Cabo dejó de ser milagrosa, o las preferencias de los peregrinos fueron desviadas hacia parajes más rentables. Así pasan las glorias del mundo, o para usar el latín, que siempre da otro peso al discurso, sic transit gloria mundi: venía un mar de peregrinos aquí en el siglo XVIII, y hoy es lo que se ve, la gran explanada desierta, nadie a la sombra de estos arcos. Y, sin embargo, vale la pena venir en romería sólo por la belleza de esto.”
JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal.
5 comentarios:
¡Qué bonita arquería! Pero, ¿qué estilo es ese? ¿Románico? ¿Renacentista temprano? Interesante, anyway. Un abrazo, AM.
No: Barroco. En cualquier caso, un Barroco muy popular, casi desprovisto de estilo. O al contrario, con un estilo muy depurado, que es paradójicamente casi lo mismo. Una preciosidad. Y la entrada siguiente, aún más.
Ah, pues es estupendo, realmente: tan puro que casi parece el dórico de los templos griegos de Sicilia. Estaré atento a la siguiente entrada, entonces. AM.
La última foto me encanta, su aspecto y su parca luz. La ventana escondida.
Saludos
Gracias, Amparo.
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