“Las casas de Fuenterrabía se alzan en una suerte de península que orlan las aguas lentas del Bidasoa y las olas del Atlántico. Colina con calles ascendentes, malecones y aceras empinadas, que recuerda, por su topografía el célebre Mont Saint-Michel de Francia, y que, como este último, está coronada por una iglesia cuyo campanario señala el punto más alto de la aglomeración de viviendas. Iglesia visible desde Hendaya, pero que determina, en cierto modo, los inicios de una nueva temperatura espiritual.”
ALEJO CARPENTIER: Crónicas 1: arte, literatura, política.
“Fuenterrabía me había dejado una impresión luminosa. Había quedado en mi mente como la silueta de un pueblo de oro, con campanario agudo, al fondo de un golfo azul, en una extensión inmensa. No lo he vuelto a ver como lo vi. Fuenterrabía es un pueblo bastante bonito situado en una planicie con un paseo de árboles abajo y, al lado, el mar y bastante cerca de Irún. Una media legua.”
VÍCTOR HUGO: Los Pirineos.
“Al pie del Jaizquibel me tienta a diario la ciudad de Fuenterrabía –oleografía de la tapa de España– con las ruinas, cubiertas de yedra, del castillo del emperador Carlos I, el hijo de la loca de Castilla y del Hermoso de Borgoña, el primer Habsburgo de España, con quien nos entró –fue la Contrarreforma– la tragedia en que aún vivimos.”
MIGUEL DE UNAMUNO: Manual de quijotismo. Cómo se hace una novela.
3 comentarios:
Son geniales las tres fotos, las tres.
Tres veces gracias.
Si no lo ha hecho nadie ya... ¡me pido la de las puertas!
Exacto Amparo: ¡geniales, qué ojo!
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