miércoles, 5 de octubre de 2011
VITORIA II
“A la Catedral nueva Javier no la miraba al pasar. Esta pretensión de hacer una iglesia gótica en pleno siglo XX, le parecía demasiado absurda.”
PÍO BAROJA: El cura de Monleón.
“Ved la nueva catedral. Se alza muy deprisa; en el solar se elevan a gran altura los pilares, la girola, los ventanales inmensos del ábside, los macizos de porches y pórticos, los entablamentos. Ando entre las piedras, los bastidores y los andamiajes. Indudablemente, allí se trabaja mucho; pero… se imita, se copia (…) La Almudena y la catedral nueva de Vitoria no tienen razón de ser. Son, porque el clericalismo español quiere alardear de su poder indiscutible; pero estas piedras son demasiado blancas, excesivamente, para decirnos esas historias que cuentan las piedras de las verdaderas catedrales. ¿Qué historia tienen las nuestras de hoy? Pues sencillamente que a un obispo rico se le ocurrió erigirse un gran sepulcro en piedra de la ciudad; pidió y obtuvo la ayuda de un pueblo católico; los reyes, invitados, vinieron a poner la primera piedra, y dos arquitectos trazaron la planta en un amén: eso es todo.”
EUGENIO NOEL: Diario íntimo. La novela de la vida de un hombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Estoy de acuerdo. Por dentro es un esperpento.
Publicar un comentario