"Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, con frecuencia al viajar por países lejanos pero también deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en un sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación: matar al que eres es, entonces, una forma posible de inmortalidad, la única resurrección que está al alcance de nuestra mano."
6 comentarios:
Excelente, gracias por una imagen así por la mañana.
Me gustan tus fotos de Lanzarote. Y me acabo de fijar en la cita de Argullol que tienes ahí a la derecha: muy buena.
Un beso
Pues así es todo el libro, Elvira.
Leandro: gracias a ti por la visita y el comentario.
Matildita a la deriva; será por ver la transparencia.
Preciosa imagen Ruben
Encantadora, como tus fotos.
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