"No volví a ver esta vieja ciudad hasta mucho tiempo después, cuando ya la triste sabiduría de los años me había explicado las cosas con otra profundidad. Regresaba yo entonces de tierras lejanas, después de haber sufrido la experiencia de una emigración a Brasil, y revestía todos mis recuerdos de esa nostalgia consoladora que les confiere cualquier infancia interrumpida. Y Oporto era uno de esos recuerdos. Y desde el trepidante puente de doña María, sobre aquel abismo fluvial y tan emotivo para mí, comprobé, deslumbrado, que ante mis ojos estaba el mismo Oporto de siempre, extendido en una ladera, firme, amplio, de colores afrutados, humeante y desgraciado en la Ribeira, espiritual y feliz en las cumbres de sus torres. La edad, los libros y esa ciencia innegable que nos da el sufrimiento ya me habían dado fuerzas para concebir símbolos y descifrar enigmas."
MIGUEL TORGA: Portugal.
5 comentarios:
Qué reconfortante el sol que desprende la foto!!
Y qué reconfortante ver que no me había quedado solo. Un abrazo.
Tengo pendiente, pero son fotos antiguas y no muy allá (nada que ver con éstas preciosas tuyas), mi entrada de Oporto. Pensaba en la ciudad como la cuna de Manoel de Oliveira. Tú has estado allí hace menos tiempo. No sabes cómo añoro la ciudad. Por cierto ¿estuviste en una librería, no recuerdo el nombre- que es todo un edificio modernista y la han reabierto hace un par de años?
No, pero creo que Miguel Torga habla de ella en el libro. En realidad es extraño que Oporto aparezca más aquí que Lisboa. Sólo estuve un día y no me dio tiempo a conocerla bien. Tengo más y mejores recuerdos de Lisboa, pero peores fotos y en diapo.
Por cierto, no he conseguido que me guste Manoel de Oliveira. Lo he intentado, pero no le encuentro el punto. Me pasa igual que con Rohmer.
Vaya, Rohmer es "casi" mi director preferido... :)
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