"El camarero se sentó y aceptó el vaso de vino.
-Le estaba hablando de la feria de Barcelos -continuó el camarero-, cuando yo era niño era magnífica, especialmente por el ganado del mercado, aquella raza de bueyes del Miño, con los cuellos larguísimos, ¿se acuerda?, bah, ahora ya no existen, y además había caballos, potrillos, acémilas, mi padre era tratante y comerciaba con los gitanos durante el verano, aquellos gitanos tenían unos caballos soberbios, y eran personas de honor, me acuerdo de la comida que ofrecían a mi padre tras concluir un negocio, preparaban una mesa enorme en la plaza de Barcelos y mi padre me llevaba con él."
ANTONO TABUCCHI: La cabeza perdida de Damasceno Monteiro.
5 comentarios:
Bonitas mujeres. Has captado sus sentimientos y personalidad. Todas son distintas y sin embargo forman un conjunto.
Preciosas fotos llenas de sentimiento aompañadas de un texto exquisito
¡Son magníficas! Directamente escuchamos el sonido de la feria, el tintineo de las monedas y el acento de las mujeres.
Vida, vida
Saludos ya de primavera.
Ah! y me encanta el Jipi de la guitarra.
Se acerca el verano y se asoman las chicas... ;-))
Abrazo
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