"El primer día, en cuanto cruzamos la frontera italiana, fue para los dos una revelación. Estábamos junto a la ventana, con las sienes juntas, sin decirnos nada. Ante ningún paisaje nos sentíamos, normalmente, tan unidos. Llegamos a Venecia una tarde. Me pareció que el rostro de Ileana ya no tenía la misma euforia que hasta entonces. Pensé que tal vez estaba cansada, aunque habíamos pasado la noche en Trieste. Justo al día siguiente, observé que su impaciencia, lejos de apaciguarse, crecía. No estaba tranquila, sólo la sentía presente en los museos, en las catedrales. Pero en la plaza de San Marcos iba ausente, rígida, como si le hubiera entrado un repentino cansancio. Le pregunté lo que le pasaba.
-Ya estuve una vez aquí -me confesó con dificultad-. Pero entonces no vi los museos..."
MIRCEA ELIADE: Boda en el cielo.
8 comentarios:
La foto me marea, quizá por la pata del caballo o por mirar hacia el cielo, pero es muy sugerente.
Yo también estuve una vez allí y siento decir que su grandeza decadente se impregnó en mi memoria junto a un mal recuerdo.
Eso sí, me encantaron sus gatos callejeros.
Einaudi tan tranquilo como siempre, una maravilla aquí.
Saludos
Hola Rubén,
Los caballos y la torre, un tablero de ajedrez.
Bellísima composición.
la foto es, simplemente, perfecta.
¡Qué contrapicado tan bueno! Parece como si el caballo fuera a pisar la torre en cualquier momento.
Magnífica fotografía, bella música... y terrible texto. Cuando estuve en Venecia sólo vi los museos... Tal vez llegue el día en que vuelva y no los vea... Un beso nostálgico.
Llevo mucho tiempo buscando el libro de Boda en el Cielo... Vivo en México y es prácticamente imposible de conseguirlo U_U
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