Me gusta el recorte que hacés, Rubén. Del acueducto elegís la visión del encastre: no la monumentalidad de la construcción, sino un rincón, del que si no hubieras puesto el título y luego el cuadro, no habría sido fácil adivinar de qué se trataba. En definitiva, eso es la fotografía: un recorte, una dinámica (dialéctica) entre el campo y el fuera del campo. Siempre, siempre lo sinecdóquico (¿sinecdocal?).
Escoges la base, lo que lo hace posible y no lo evidente, lo grandioso (como también señala Ema). Hasta lo más monumental está hecho de piezas pequeñas y robustas que deben estar bien hundidas en la tierra. Magnífica metáfora, magnífica foto. Más saludos.
Nunca hubiera creído que el Acueducto pudiera tener un principio y un fin. Como con la serie de Roma, reflejas muy bien la dureza y el frío.Por cierto, entiendo lo de espejo, pero "¿que huye?" Gómez de la Serna, precisamente él, que parece tan visible.
... aunque también habría que decir que la sombra se encarga de decirnos que ahí la dimensión (lo monumental) es mucho más que la de la base. Esa sombra que parece se va a tragar todo...
Si Gómez de la Serna dijo del Coliseo: "El Coliseo en ruinas es la taza rota del desayuno de los siglos" Qué sería El acueduzco? quizás el collar horadado, corona de piedra de la emperatriz de la erosión de la vida? Un abrazo, ana.
Estoy de acuerdo con todos. Da gusto comprobar que la fotografía se explica bien por sí misma. A veces la parte define mejor el conjunto que una vista general, y cuando se ha hecho abuso de la vista general, hay que recurrir a lo fragmentario o a lo escondido para "ver" por primera vez.
¿Quién dijo pata de elefante? ¡Creo que lo estaba pensando mientras disparaba!
Bueno, acabo de leer el cuento y, aunque muy discursivo, me ha gustado bastante. Y me ha recordado cierto artículo en el que se hablaba de que nuestro cerebro está configurado para trabajar haciendo continuas anticipaciones y predicciones, y sufre un serio bloqueo cuando siente biológicamente el final, la imposibilidad de futuro. Es decir, no puede funcionar si no es mirando hacia ese espejo que huye.
"Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, con frecuencia al viajar por países lejanos pero también deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en un sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación: matar al que eres es, entonces, una forma posible de inmortalidad, la única resurrección que está al alcance de nuestra mano."
11 comentarios:
Me gusta el recorte que hacés, Rubén. Del acueducto elegís la visión del encastre: no la monumentalidad de la construcción, sino un rincón, del que si no hubieras puesto el título y luego el cuadro, no habría sido fácil adivinar de qué se trataba. En definitiva, eso es la fotografía: un recorte, una dinámica (dialéctica) entre el campo y el fuera del campo. Siempre, siempre lo sinecdóquico (¿sinecdocal?).
Escoges la base, lo que lo hace posible y no lo evidente, lo grandioso (como también señala Ema). Hasta lo más monumental está hecho de piezas pequeñas y robustas que deben estar bien hundidas en la tierra. Magnífica metáfora, magnífica foto.
Más saludos.
Parece la pata de un elefante milenario.
Nunca hubiera creído que el Acueducto pudiera tener un principio y un fin. Como con la serie de Roma, reflejas muy bien la dureza y el frío.Por cierto, entiendo lo de espejo, pero "¿que huye?"
Gómez de la Serna, precisamente él, que parece tan visible.
... aunque también habría que decir que la sombra se encarga de decirnos que ahí la dimensión (lo monumental) es mucho más que la de la base. Esa sombra que parece se va a tragar todo...
Si Gómez de la Serna dijo del Coliseo:
"El Coliseo en ruinas es la taza rota del desayuno de los siglos"
Qué sería El acueduzco? quizás
el collar horadado, corona de piedra de la emperatriz de la erosión de la vida?
Un abrazo,
ana.
Qué gran foto! Cada piedra de esa columna parece contar una historia propia y diferente al resto.
Un saludico
Estoy de acuerdo con todos. Da gusto comprobar que la fotografía se explica bien por sí misma. A veces la parte define mejor el conjunto que una vista general, y cuando se ha hecho abuso de la vista general, hay que recurrir a lo fragmentario o a lo escondido para "ver" por primera vez.
¿Quién dijo pata de elefante? ¡Creo que lo estaba pensando mientras disparaba!
Gracias.
Noespo, el título se lo robé a Papini:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/papini/espejo.htm
Bueno, acabo de leer el cuento y, aunque muy discursivo, me ha gustado bastante.
Y me ha recordado cierto artículo en el que se hablaba de que nuestro cerebro está configurado para trabajar haciendo continuas anticipaciones y predicciones, y sufre un serio bloqueo cuando siente biológicamente el final, la imposibilidad de futuro. Es decir, no puede funcionar si no es mirando hacia ese espejo que huye.
Gracias por la información.
Preciosa imagen...
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