"Había querido que el santuario de Todos los Dioses reprodujera la forma del globo terrestre y de la esfera estelar, del globo donde se concentran las simientes del fuego eterno, de la esfera hueca que todo lo contiene. Era también la forma de aquellas chozas ancestrales de donde el humo de los más arcaicos hogares humanos se escapaba por un orificio practicado en lo alto. La cúpula, construida con una lava dura y liviana que parecía participar todavía del movimiento ascendente de las llamas, comunicaba con el cielo por un gran agujero alternativamente negro y azul. El templo, abierto y secreto, estaba concebido como un cuadrante solar. Las horas girarían en el centro del pavimento cuidadosamente pulido por artesanos griegos; el disco del día reposaría allí como un escudo de oro; la lluvia depositaría un charco puro; la plegaria escaparía como una humareda hacia ese vacío donde situamos a los dioses."
domingo, 2 de diciembre de 2007
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8 comentarios:
Bella, Rubén, tu foto del Panteón. La luminosidad que se esparce en el mármol. El día en que estuve ahí llovió y la fina, finísima lluvia se enredaba con tenues rayos que se filtraban por el hueco de luz.
abrazos.
PD: Ese gerundio ("conteniendo") mal usado en la traducción de MY deja como un ruidito en el texto...
Qué fantástica fotografía del óculo del Panteón. Me encanta su luz, el juego de sombras y penumbras en los casetones.
Bravo.
Saludos.
Ema, el día de la foto también llovía, y, como decía M. Yourcenar, "la lluvia depositaba un charco puro". Tal vez ese gerundio (conteniendo) quede un poco forzado, pero no me atrevo a corregir a Julio Cortázar.
Gracias, Francisco. Era el lugar de Roma que tenía más interés en visitar.
Edito la entrada porque acabo de recordar que no era este el texto que quería poner.
No suelo ser tan reverente respecto de la autoridad. Los JC también pueden equivocarse...
Claro, Ema, era una pequeña broma. Y estoy de acuerdo contigo. De todos modos el nuevo texto me gusta más.
Tengo que darme el tiempo indispensable para leer tu blog. Una buena y admirada lectura.
Un abrazo.
Vale, prometo frenar un poco. En cuanto termine con Italia seguiré un ritmo más razonable.
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