sábado, 2 de enero de 2010

HERVÁS I


“El barrio cristiano es laberíntico, pulcro, muy animado y hermoso, y el único guardia urbano que controla el tránsito con mucha amabilidad sonríe ante las dificultades de los turistas para encontrar estacionamiento. A un costado y en fuerte pendiente hacia la hondonada comienza la antigua aljama, considerada como una de las mejor conservadas del mundo. Sobre todo, está habitada, está viva. En un nuevo laberinto, y en torno a una calle muy noble que se llama, con rótulo en castellano y en hebreo, de la Amistad Judeo-Española y que baja hasta el río, se teje el barrio de pasadizos, tunelillos, vías curvas y otras más amplias y derechas. Las casas son de piedra hasta su cintura y se alzan luego en entramado de cantos, adobe y troncos. Algunas defienden las fachadas con mantos de tejas o de madera, sobre las puertas de doble hoja. Cuelgan macetas de los muros, balcones y galerías, se proveen de agua fresca las vecinas en una fuente pública y, al anochecer, se encienden unas farolas de luz amarilla que alumbran con romántica delicadeza los contornos de los edificios y el pavimento de canto rodado.”

JESÚS TORBADO: Camino de plata.

3 comentarios:

Raquel dijo...

Hervás siempre me parece entrañable.
Y me encanta ver esas fotos y leer lo que Jesús Torbado cuenta.
Gracias

Hutch dijo...

Preciosas fotos. Saludos.

Amparo dijo...

Me encantan las miniaturas, pero la primera es preciosa, con esa sombra (o ese sol, según se mire) descenciendo (o ascendiendo) la ladera. Cae la luz sobre el pueblo.
Hice yo un viaje precioso por aquí, me lo has recordado.

Saludos y buena suerte.