miércoles, 29 de junio de 2011

SEGOVIA VIII


“Mi iniciación en los secretos de la picaresca segoviana la conseguí gracias a los buenos oficios de un mozalbete que encontré un día en la plaza del Azoguejo. Se llamaba Tomás y tenía unos veinte años. Era alto, huesudo, flaco y chato, y llevaba una venda en un ojo. Su ropa estaba rota; pero para compensar su apariencia desaliñada llevaba una hermosa gorra de chófer, inclinada alegremente a un lado de la cabeza. Tomás era un pozo de ciencia; no había nadie en Segovia que no conociera. Juntos anduvimos arriba y abajo por toda la ciudad, visitando iglesias, plazas, patios y callejuelas.”

WALTER STARKIE: Aventuras de un irlandés en España.

lunes, 27 de junio de 2011

SEGOVIA VII


“La ciudad de Segovia es como un puño. Una vez que has entrado por una de las muchas puertas del acueducto parece como si las estrechas calles se cerraran tras de ti. Subes por callejuelas, a lo largo de restaurantes donde descansan sobre sus patitas delanteras las caras desvergonzadas de cochinillos desnudos, a lo largo de mercerías pasadas de moda y tiendas de ultramarinos, y de repente te encuentras con la sorpresa de espléndidas iglesias románicas (¡hay veinte!), ves cómo abajo en el valle pasa serpenteando entre el verdor el Eresma y llegas sin darte cuenta, sin que nadie te obligue a ello, hasta el Alcázar.”

CEES NOOTEBOOM: El desvío a Santiago.

miércoles, 22 de junio de 2011

SEGOVIA VI


“Desde el cerro de La Lastrilla el perfil de Segovia es tan característico y tan dramático como el perfil de Toledo. Algo tiene la estampa de esas ciudades que llega a enturbiar el ánimo, como si en ellas se condensaran las viejas obsesiones españolas. El turismo ha desmontado buena parte de ese mecanismo que ensombrecía las mejores voluntades, porque el turismo desgasta insensiblemente lo que utiliza hasta vaciarle el alma. Sobre uno de esos cielos crepusculares que sobrecogían a Manuel Azaña, la vieja ciudad se recorta con una minuciosidad pequeña y sombría. El barranco se hace más oscuro, como si el verde de los álamos fuera de tinta china, y entre esas sombras se ven correr los faros de los automóviles, lanzando un resplandor por encima de los árboles, como sumergidos en la ribera. El cielo es un despilfarro de oro.”

MANUEL DE LOPE: Iberia. La imagen múltiple.

domingo, 19 de junio de 2011

SEGOVIA V


“En estas viejas ciudades de Castilla, abrumadas por la tradición, con una catedral gótica y veinte iglesias románicas, donde apenas encontráis rincón sin leyenda ni una casa sin escudo, lo bello es siempre y no obstante -¡oh, poetas, hermanos míos!- lo vivo actual, lo que no está escrito ni ha de escribirse nunca en piedra: desde los niños que juegan en las calles –niños del pueblo, dos veces infantiles- y las golondrinas que vuelan en torno de las torres, hasta las hierbas de las plazas y los musgos de los tejados.”

ANTONIO MACHADO: Prosas completas.

viernes, 17 de junio de 2011

SEGOVIA IV


“A la mano siniestra, allá lejos, navega entre trigos amarillos la catedral de Segovia, como un enorme transatlántico místico, que anula con su corpulencia el resto del caserío. Tiene a estas horas color de aceituna y por una ilusión óptica parece avanzar hendiendo las mieses con su ábside. Entre sus arbotantes se ven recortes de azul como entre las jarcias y obenques de un navío…”

JOSÉ ORTEGA Y GASSET: El espectador.

miércoles, 15 de junio de 2011

SEGOVIA III


“Segovia, tan pura y tan falsa; tan auténtica y tan reconstruida, tan gótica y tan renacentista, tan española y tan flamenca, tan verde y tan amarilla, ¡sólo la luz! Las piedras grises del acueducto, las doradas del alrededor. El XV, el XVI, las tristes restauraciones del XIX y del XX. ¡Lástima –para las finanzas– que el Alcázar no esté al lado del Mediterráneo para producir millones y millones! Pero la tierra es de verdad y la color dorada de la ciudad, porque es femenina, y el oro viene a más oro: dorados el verde, el yeso y la piedra. La madera suave y carcomida a menos que esté –también– recubierta de oro verdadero. Y las lavanderas de rodillas ante el Clamores, vistas desde arriba de ese alcázar de cartón, también son de oro, de oro verdadero entre los álamos temblones, de plata verde y dorada…"

MAX AUB: La gallina ciega.

sábado, 11 de junio de 2011

SEGOVIA II


“Una especial luz asiste a ciertas veras ciudades; una luz que sólo allá se da, que conserva su identidad a través de innumerables ciclos de variaciones; una luz que, como es vida, tiene su pasión y que llega a las cosas de una cierta manera. No cae la luz en Segovia: la ciudad toda se alza hasta ella, la alcanza en su crecimiento hasta llegar al nivel en que esa luz se da. No la persigue como Toledo, ni está a punto de abrasarse en ella como Cuenca, ni de desleírse en ella, como Granada. Entra en el nivel de la luz simplemente, como si hubiera sido plantada, como esos árboles que crecen hasta que la encuentran y allí se quedan sin avidez ni esfuerzo; temblando, eso sí.”

MARÍA ZAMBRANO: España, sueño y verdad.

jueves, 9 de junio de 2011

SEGOVIA I


"El acueducto, en su nacimiento, parecía un puente sencillo metido en el cauce seco del río olvidado."

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA: "El secreto del acueducto"