viernes, 22 de marzo de 2013

CRÓMLECH DOS ALMENDRES


“El crómlech participa del simbolismo del círculo (proceso cíclico, totalidad, perfección); del disco, representación del sol; y de la piedra, teofanía para la mayoría de los pueblos primitivos, asociada a los cultos de fertilidad. En medio del círculo de monolitos suele elevarse la hyrmensul o piedra del sol.”

JUAN EDUARDO CIRLOT: Diccionario de símbolos.


“Contemplé con veneración y temor respetuoso aquel altar donde los primeros pobladores de Europa ofrecieron su culto al Dios ignoto. Los templos que los romanos, poderosos y diestros, levantaron en una edad comparativamente moderna, yacen hechos polvo no lejos de allí. Las iglesias de los godos arrianos, herederos de su poder, no se encuentran por parte alguna, como si se las hubiera tragado la tierra. ¿Y qué ha sido y dónde están las mezquitas del moro, conquistador de los godos? Sus ruinas mohosas se disipan poco a poco sobre las rocas. No así la piedra druídica: allí se está, batida por los vientos, tan firme y tan acabada de hacer como el día en que, hace acaso treinta siglos, fue erigida por medios hoy desconocidos.”

GEORGE BORROW: La biblia en España.

domingo, 17 de marzo de 2013

EVORA VI

“Vasta región que se extiende desde el centro de Portugal hasta el Algarve y que está marcada por una larga frontera con España, el Alentejo, pese a su inconfundible fisonomía (encinas de corcho, olivares, llanuras de prados de pasto, casas blancas orladas de azul, las formas de los vestidos femeninos, los sombreros de los hombres, la afabilidad de las personas), presenta una fortísima diversidad. Las zonas del litoral, donde la actividad económica más importante es la pesca, tienen un clima y un paisaje que se parece al Mediterráneo. El interior, marcado por inviernos rígidos y veranos ardientes, es más áspero y secreto. Y sobre las extensas llanuras, como fatas morganas en el desierto, surgen antiguas y hermosas ciudades. Por ejemplo Évora, la Liberalitas Julia de los romanos (notable el Templo de Diana justo enfrente del Convento dos Lóis, en estilo manuelino), más tarde Yebora para los árabes; Beja, la Pax Julia de los romanos y la Baju de los árabes, con su soberbio castillo; o Elvas, encerrada en sus bastiones.”

ANTONIO TABUCCHI: Viajes y otros viajes.

miércoles, 13 de marzo de 2013

EVORA V


“A lo mejor es alucinación de poeta. Pero porque en ella se documenta enteramente la génesis de lo que somos, de lo que tenemos de lusitanos, de latinos, de árabes y de cristianos, y porque está inscrito dentro de sus muros el camino pedregoso de nuestra cultura, si yo pudiera, obligaba a todos los portugueses a quedarse allí de cuarentena. Una ley pública debería obligarlos a entrar en la ciudad a altas horas, en noche de luna llena. Y, sin guía, mandarlos deambular al azar. Y así contemplarían una maravillosa película de la historia nacional, con planos generales, ángulos imprevistos, sombras y superposiciones. Una retrospectiva completa de lo mejor y más puro que hemos hecho en el terreno intelectual, político y artístico. Hasta que llegase la mañana no se les permitiría confirmar con la luz del sol la luz de la pantalla. Y si después de esta prueba no sintiesen que en un templo de columnas corintias se puede creer en la diosa Diana, que en una catedral románica se puede creer en Cristo y que en una galería de mármol se puede creer en el amor, serían desterrados.”

MIGUEL TORGA: Portugal

domingo, 10 de marzo de 2013

EVORA IV



“Éstas son historias que conoce todo el mundo desde las primeras letras, y el viajero no querría inventar otras. Además ¿qué puede un simple discurridor de prosas y kilómetros descubrir en Évora que no esté ya descubierto, o qué palabras dirá que no estén dichas? ¿Que es ésta la ciudad más monumental? Y, si dice esto, ¿qué es lo que realmente ha dicho? ¿Que hay en Évora más monumentos que en cualquier ciudad portuguesa? ¿Y, si no los hay, serán los de aquí más valiosos? Estos apóstoles de la catedral son magníficos: pero ¿son más o menos magníficos que los del pórtico de Batalha? Inútiles preguntas, tiempo perdido. En Évora hay, sí, una atmósfera que no se encuentra en ningún otro lugar. Évora tiene, sí, una presencia constante de historia en sus calles y plazas, en cada piedra o sombra; Évora logró, sí, defender el pasado sin quitarle espacio al presente. Con esta feliz sentencia, se da el viajero por liberado de otros juicios generales, y entra en la catedral.”

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal.

jueves, 7 de marzo de 2013

EVORA III

"Évora é uma cidade branca como uma ermida. Convergem para ela os caminhos da planície como o rasto da esperança dos homens. E como a uma ermida, o que a habita é o silêncio dos séculos, do descampado em redor. Conheço, dos seus espectros, a vertigem das eras, a noite medieva, mora ainda nas ruas que se escondem pelos cantos, nas pedras cor do tempo ouço um atropelo de vozes seculares. Vozes de populaça, gritos de condenados, ecos de reis, senhores, estrépito de guerras, ódios e sonhos, sob a imobilidade dos mesmos astros. Como um cofre do tempo, irrealizado e absoluto, a cidade ignora a exactidão do presente, conhece apenas o alarme da memória. As casas novas têm todas a mesma idade de séculos. E quando se sai da cidade, a planície prolonga, até a um limite irreal, esta voz de infinitude."

VERGÍLIO FERREIRA: Carta ao futuro.

lunes, 4 de marzo de 2013

EVORA II


“É um sabado, três horas, com um calor d' Argel fazendo os cães ganir ao contacto das pedras escaldantes, e leves fitas de sombras rês dos muros, onde uma ou outra velha claudica, ou caminham em passinhos moles, de fêmea, senhores eclesiasticos de sapato de fivella e batina, tressuando como muringues sob os guarda-soes d'alpaca escura. As ruas me parecem, naquela primeira excursão, tortuosíssimos novellos que levam constantemente ao mesmo sitio. Por toda a parte ha coisas d'álbum, fachadas d'estranhos estilos, baldaquinos de granito por cima de pórticos, ruínas com ar d’ópera, janellas manuelinas embutidas em paredes de casas modernas, claustros d’ogiva, graciosas torrellas, palácios renascença, fortalezas romanas, muralhas fernandinas, inscripções, arcos, passagens medievas, que é um não acabar de surpresas históricas, de pressuposições românticas, d'escapadas no sonho e d'aerostações pelo irreal.”

FIALHO D'ALMEIDA: Estancias d’arte e de saüdade