"Por todas partes indicios de abandono y ruina: las ortigas obstruían la especie de plazoleta o patio de la casa: no faltaban vidrios en las vidrieras, por la razón plausible de que tales vidrieras no existían, y aun alguna madera, arrancada de sus goznes, pendía torcida, como un jirón en un traje usado. Hasta las rejas de la planta baja, devoradas de orín, subían las plantas parásitas, y festones de yedra seca y raquítica corrían por entre las junturas desquiciadas de las piedras."
EMILIA PARDO BAZÁN: "Los Pazos de Ulloa"