domingo, 21 de noviembre de 2010

SEVILLA I


“En Sevilla, y en la margen del Guadalquivir, que conduce al convento de San Jerónimo, hay cerca del agua una especie de remanso que fertiliza un valle en miniatura, formado por el corte natural de la ribera, que en aquel lugar es bien alta y tiene un rápido declive. Dos o tres álamos blancos, corpulentos y frondosos, entretejiendo sus copas, defienden aquel sitio de los rayos del sol, que rara vez logra deslizarse entre las ramas, cuyas hojas producen un ruido manso y agradable cuando el viento las agita y las hace parecer, ya plateadas, ya verdes, según del lado que las empuja. Un sauce baña sus raíces en la corriente del río, hacia el que se inclina como agobiado de un peso invisible, y a su alrededor crecen multitud de juncos y de esos lirios amarillos y grandes que nacen espontáneos al borde de los arroyos y las fuentes.”

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER: Cartas desde mi celda.



CRISTÓBAL DE MORALES: Réquiem

4 comentarios:

J. G. dijo...

una imagen de la épocoa en la que teníamos más dinero

Amparo dijo...

Música divina.
Y esa mano negra da miedo.

rubén dijo...

J.G: Y más pelo.
Amparo: Y tanto, es Eros moribundo.

Teresa Giménez Pous dijo...

Inquietante i mágica.