miércoles, 24 de noviembre de 2010

SEVILLA II


“Frente a la gótica mole de la catedral, levantada con el soberbio ánimo de que las edades futuras tuvieran por locos a los autores de tamaña empresa, se imaginaron que estaban al pie de una montaña toda entera tallada como una piedra preciosa; mas presto sus miradas se prendieron a la torre galana y ascendieron por ella, deleitándose en la contemplación de los balconcillos de mármol, graciosos ajimeces y ajicarados atauriques que la adornan y le ponen como una salerosa mantilla de maja. Luego, cogidos del brazo y de un tirón, subieron hasta la plataforma del último cuerpo grecorromano, embebeciéndose allí en la contemplación del apretado caserío de la capital andaluza con sus callejuelas tortuosas, vetustos alminares, conventos sombríos, jardines risueños y lejanías y horizontes que le cantan al espíritu una evocadora canción.”

CARLOS REYLES: El embrujo de Sevilla.

2 comentarios:

Elvira dijo...

Preciosa, Rubén. Saludos

Amparo dijo...

Una filigrana. Qué alegre y hermosa es Sevilla, aunque tu serie se inicie con el pobre Eros dando sus últimos coletazos. En fin, todo tiene su fin. Que conste que me encantó esa foto, el instante doblemente detenido.
Saludos.