martes, 10 de mayo de 2011

SEPÚLVEDA IV


“En las horas calcinadas por el sol, Sepúlveda parece una ciudad muerta. La única vida que se percibe es la de las campanas de la iglesia, que resuenan suavemente por el valle. Durante la siesta, aquellas campanas parecen bostezar al cielo con la lengua fuera, sedientas de viento fresco. En la parte superior del pueblo muchas de las puertas de las casas ostentan blasones, y de vez en cuando una cimitarra o un turbante en el escudo de armas nos recuerda a los moros. Todas las calles y callejuelas convergen en la Plaza Mayor, que asemeja un magnífico teatro al aire libre tallado en la montaña. Como es el único lugar llano de todo el pueblo, está siempre lleno de gente a la hora del paseo. Y en ella se celebran lo mismo una corrida de toros que un baile popular, un mitin político que una feria.”

WALTER STARKIE: Aventuras de un irlandés en España

1 comentario:

Amparo dijo...

Foto muy sugerente, claro, de las que me gustan. Del texto, el sonido de las campanas.
Saludos