viernes, 10 de abril de 2009

BERCIANOS DE ALISTE


“En una procesión como la del Viernes Santo, en Bercianos de Aliste, se acompaña el cadáver de Cristo como al de un gran señor en el medioevo, o luego en el barroco; pero los cofrades van envueltos en sus mortajas o en las pesadas pardas capas «de respeto» y salmodiando el salmo L en una tétrica traducción hecha por fray Diego de Cádiz, el violento predicador del Altar y el Trono, que subraya con placer en sus palabras que el hombre ha sido concebido en pecado y será ceniza y nada.

Ninguna «Santa Compaña» hay aquí; ninguna o escasas leyendas sobre el poder del Diablo, y nada de brujería o magias negras en estas tierras. Pero tampoco ninguna imagen del Paraíso en el Más Allá, ni del «novum» histórico en el más acá; sólo la muerte que es «la hora de la verdad». La mortaja fue ajuar de novio, y el traje de novio es traje de mortaja. Y «este Cristo de mi tierra es tierra».”

JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO: Guía espiritual de Castilla.

5 comentarios:

paisajescritos dijo...

Me ha impresionado el blanco de las vestimentas, pero cuando he leído el texto... Una entrada muy propia y bellísima.

simalme dijo...

A un primer vistazo leí "Murcianos de alpiste..."

OLISSIPO dijo...

Hola Rubén,
Hacía tiempo que no te visitaba.
Me ha encantado reencontrarte.
Un saludo y enhorabuena por todo tu trabajo y tu constancia.

rubén dijo...

Gracias por la visita. Un abrazo.

leo dijo...

Genial: la foto, el texto. Inmejorable.
Un saludín.