miércoles, 21 de octubre de 2009

PALMA I


"Escucho de nuevo, alelado, «Coney Island Baby», que me devuelve a una calurosa noche de verano, en el piso de Palma de un conocido mío, allá por 1976. Mientras escuchaba por primera vez aquella música, me asaltó la sensación de ser un «vitelone», un provinciano inútil que desperdiciaba su vida y la dejaba escapar en compañía de gente que no le interesaba, en pisos como aquél, en los que nada tenía que hacer, toda la noche bebiendo y hablando de tonterías, sin nada que decir y sin nada que temer, acorazado contra la vida porque nada esperaba de ella, abúlico y desfigurado por el tedio aun antes de haber cumplido los veinte años. Y mientras tanto, la voz de Lou Reed susurraba en el tocadiscos: «no dejes escapar la vida, no dejes escapar la vida».”

EDUARDO JORDÁ: Canciones gitanas.

5 comentarios:

paisajescritos dijo...

Hay algo de guerra en ese perder el tiempo, la vida. Todos deseamos la paz, supongo. Me encanta la correlación entre la foto y el texto.

rubén dijo...

Entonces te gustará también la próxima entrada. Un abrazo.

Amparo dijo...

Me encanta la foto, el color, el nombre de la peluquería, el tono avejentado y casi irreal de todo lo que se ve.
Me encanta, otra vez.
Saludos

rubén dijo...

Y a mí me encantan tus mensajes, claro. Gracias.

lys dijo...

Es nostalgía y misterio del tiempo que pasa retratada en esa puerta cerrada y testigo mudo lo que me dice que la eternidad no existe.

Me gustan estas entradas de Palma. Sigo.

Y la voz de Lou...